17 de diciembre de 2007

origami de Anubis...

Viendo los cometas - H.Urruspuru

Los cinco estábamos en la vereda, viendo los cometas.
Los cinco éramos mutilados de la guerra.
En nuestras manos vasijas de terracota
así en nuestros iris: galerías secretas de Egipto.
El gato velaba nuestros insomnios de nieve y morteros.
Nuestra mente era un cruel fenakistiscopio;
siempre tu apergaminado cuerpo en los campos de Marte.
Siempre.

-Son diez pesos, señora-
Tahúres en desuso acicalaban la arena
la arena
la arena.

-Son diez pesos, señora-
Los cinco en procesión silente por la ladera
del Chomolungma.
Los cinco en una almadraba de alucinaciones,
senderos equivocados.

“Señoras, señores... el infierno es no saber que hacer”.
Las ruinas son amarillas.
Todo es antiguo.
Anubis danza en la calle iluminada.

-Son diez pesos, señora-
Fueron los bombarderos y los miembros desparramados
en los escombros de la escuelita.

-Son diez pesos, señora-

El bramar de los camellos, el aliento caluroso del desierto.
Los cinco descompuestos de dolor, la morfina
en el torrente sanguíneo.
Somos ruinas amarillas.
Somos ruinas amarillas.
Kheops Kefrén... Ghizeh... Karnak...
La luna en los hospitales.

-Son diez pesos, señora-

Mi pierna, tu brazo, mis manos, tus ojos.
La depuración de las razas
en la boca de un fusil
y en los belfos de un loco.

Los lobos no mueren.
Los lobos no mueren.

-Son diez pesos, señora-
Los niños flotando en el río
el Nilo flotando dentro mío.
La moneda tintineando en la copa de metal.

Los cinco estábamos en la vereda, viendo los cometas.

2 de diciembre de 2007

cuchillo puuko, de la tribus originarias laponas...
Corazón prehistórico – H.Urruspuru

... he soñado con, a mi entender, el edecán de dios en Australia decretando: “poeta” el no retorno de todo búmerang rojo; con un lapón con su puukko en mano corriendo tras el “picture in picture” el galope veloz de un reno llegó la televisión para todos; con un vaso hecho en Murano con vino aún envenenado dentro y claro que lo beberé; un par de lentes con montura de carey de un poeta griego profundamente Egeo por ósmosis de rayo, y Zás! Zeus....
Y finalmente, sobre el filo aserrado de la vigilia sueño, con un argentino arrepentido en su exilio español, que escribe para no llorar que lee en tono bajito para no morir...

Enumeración de secuencias que la antigua ciencia empírica aún no sabe, en que lugar del cuerpo almaceno, y si tiene algo que ver en todo esto: mi prehistórico corazón...