10 de diciembre de 2017


“Sin Título” (Vademécun Botánico) - H.Urruspuru

... ahora, que tu nombre se recluye en posición fetal dentro de la página perdida de un vademécun botánico sos: (tu recuerdo, tu voz) algo "todo verde" todo un río verde-nenúfar, y que para retenerlo en el dique roto de la memoria se deberá hacer un esfuerzo poderoso, una concentración extrema que flote como bajo siete moreras siete llaves y que recién ahora, recién ahora... den sombra.
Sombra (y que conste en el parte médico) que a esta altura de la respiración ya se ha ido el sol, y llueve. Han salido hongos comestibles que rodean mi triste silueta acostada así dibujada en sus contornos en blanco, márgenes de las hojas de un libro... y me morí.
Pero... ¡Llueve, Dios mío! Y ha ganado/conquistado la luna más roja toda mi cabeza que falleció en la operación. Que todavía entre pinzas está abierta al asombro, y te abracé fantasma a vos, mi Vademécun Botánico... (¿Qué era lo que querías hacer de éste jardín...? ¿Qué era? ¿Qué decías...?)
Y varias constelaciones pasan así sobre la noche del olvidado. De este a oeste sobre sus ojos secos, anestesiados, pasa el cielo terrible del conourbano y él, ya mira desprendido de todo ego ese carrousel. Las estrellas se reflejan en la verde línea de un monitor cardíaco que se echó recta; como a descansar por siempre en el gráfico de la pantalla.
Resumiendo: "Tu nombre", fue hablado por aquellos ojos marrones, abiertos, enhiestos; que a sus párpados ya no le pidieron un esfuerzo. Un último esfuerzo por cerrarse.

No. Ya nunca lo hicieron... se quedaron, como leyendo.