Sin título (de la serie: “el mapa de la realidad”) H.Urruspuru
Ya no ve la esfera la fruta no-verde la falta de lluvias, y algo, de la pobreza estructural; él, como piedra echada en el agua, círculos concéntricos en blanco y negro (más negros en los bordes), pero en un paréntesis dulce, mezcla de ocre y carmín, bebe té: “y es que no pinta más acuarelas...”.
“Vida mía” dice, cuando enciende la Spica en soledad: “Te extraño tanto...”. Y la radio le acerca, la respiración dificultosa del mapa de la realidad.
Tiene una planta: un malvón que sujeta su existencia de sed a la de él. Y una vuelta de llave a las 11 p.m. cierra lo más oscuro de la noche austral.
Y ya está. Eso será todo. La luz de la estrella del amanecer, que hace tiempo no lo mima, en su ronda, celeste. Final.
En tanto... duerme ahora, junto a la historia general de su barrio humilde.
Su historia... de jubilaciones.